jueves, 30 de septiembre de 2010

Déjà vu

Esta es la historia de cómo una chiquilla, no;  una mujer despertó a sabiendas que había crecido.

De como sus espasmos y  corazón no daban más en su cuerpo (creo que ellos querían hablar, pero no sabían cómo hacerlo)…así, con marañas en la cabeza no aguantó más, pues había estado sometida a ese todo y nada invalidado en cualquier sentido.

Decidió caminar con canciones y esa inevitable voz en off,
ella le hablo en una lengua extraña pero familiar, porque si bien sabía lo que decía, no quería escuchar.


Fue así como miro su sol. Descubriendo que debía soltar las riendas de esa salvaje reprimida, alguien que en medio del descontrol debía ser domada solo por si misma. por ende se abandono, si solo huyendo se encontraría por oposición, despecho y experiencia aquello que quería volver a ser…

Es de noche y la puerta está abierta, Fue la domadora desconfiada del resto, pero confiada en el regreso.
Es la salvaje que escondió los tapujos cambiándolos por nuevos flujos.
Y ambas con té en mano entendieron y crearon otra extraña lengua.


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